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Campo de Borja CICLOTURISMO

Valle medio del Huecha, atravesando la ruta de la garnacha

El Huecha, también conocido como la Huecha, es un modesto afluente del río Ebro que nace en el Moncayo y desemboca en el Ebro junto a Novillas. Sus aguas proceden de los barrancos de Valdealonso, Morana y Horcajuelo. En su tramo medio se adentra en la comarca de Campo de Borja, pasando junto a Bulbuente, Maleján y Borja. Tierra de frondosas riberas rodeadas de campos de almendros y olivos, pero también de los viñedos de la ruta de la Garnacha.
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La ruta cicloturista recorre tierras del Moncayo, dentro de la comarca del Campo de Borja. Hasta la capital comarcal es necesario trasladarse para comenzar el recorrido en bici. El único acceso desde tierras aragonesas parte desde el valle del Ebro, a través de la carretera nacional N-122 en dirección a Soria.

El recorrido surca el territorio mediante pistas en buen estado, con algo de piedra suelta en algunos tramos. Debido a los numerosos cruces es necesario prestar atención a las indicaciones y a los puntos kilométricos. En todo caso la señalización del sendero de pequeño recorrido entre las localidades, con carteles indicadores y señalización amarilla y blanca solventará todas las dudas.

LONGITUDDESNIVELPENDIENTEFIRMEDIFICULTAD
22 km300 mvariableregularmedia

Tras atravesar el casco urbano de Borja, el punto de partida es el cruce de la travesía con el arranque de la carretera que sube al santuario de Misericordia. Justo enfrente parte la calle Vajillería, kilómetro cero de la ruta. En primer lugar cementado y después de tierra, parte una pista que se adentra en la ribera del Huecha, salpicada de huertos y abundante vegetación. Se alcanza el primer cruce del río a través de un robusto puente de sillería de dos arcos, a 1,2 km.

Dejando dos pistas a la izquierda, se toma a la derecha un camino que discurre en paralelo al cauce junto a los límites de una gran finca. Cuando se alcanza los dos kilómetros de recorrido se desciende hasta un camino procedente de Maleján, por donde se volverá tras realizar el recorrido circular. De momento se toma dirección a la izquierda en ligero ascenso. El paisaje cambia por completo abandonando la vega. Los viñedos comienzan a dominar el horizonte. En el punto kilométrico 3,2 se alcanza un cruce ortogonal, continuando al frente. Se mantiene el ascenso hacia las suaves lomas que delimitan el valle. Los campos de olivos y almendros van dominando poco a poco el paisaje, otra de las señas de identidad de la comarca. Tras alcanzar el kilómetro 5,3, se toma el ramal derecho. Un recorrido más sinuoso alcanza la parte más de toda la ruta ofreciendo magníficas vistas del Moncayo. En todo momento hay que estar atentos a los carteles y las marcas amarillas y blancas.

En descenso, atravesando una zona de monte donde se alternan campos con la vegetación propia a base de carrascas se alcanza la carretera que conduce a Talamantes. Se alcanza el punto kilómetro 8,3. Enfrente parte un camino que bordea por la parte trasera una granja. En el siguiente cruce se sigue al frente, por camino escoltado por chopos y pasando junto a algunas bodegas que anuncian la cercanía del casco urbano de Ambel. Se abandona la rambla por la derecha para alcanzar una calle que se introduce en la localidad. Justo después de desembocar en una calle mayor, se pasa junto al frontón. Frente a él parte una de las arterias principales.

En su recorrido se pasa a los pies del ayuntamiento. Poco después atraviesan dos plazas donde se concentra el patrimonio artístico, con la iglesia de San Miguel, el Palacio de la Orden de Jerusalén y la Casa Galván como mejores ejemplos. En descenso se alcanza la parte baja, donde es necesario tomar una calle a mano izquierda, entre fachadas traseras y muros de campos. Al final parte un camino asfaltado que conduce al barranco de los Moros, donde se concentran las pequeñas huertas de sus habitantes. Al franquearlo se pasa junto al peirón o pilar de la Virgen del Río, al cumplir los 10 kilómetros de ruta.

Se toma el ramal derecho, asfaltado, que se abandona medio kilómetro después por una pista de tierra que parte a la derecha. Importante cruce es el siguiente, cuatrocientos metros después, en el kilómetro 10,9. En este punto hay que tomar el ramal que gira bruscamente a la izquierda. El recorrido se adentra en una zona boscosa flanqueada por pinares y carrascas. En descenso se bordea una val que desemboca en el valle del Huecha, a donde se encamina el trazado. Tras alcanzar el lecho del cauce y bordear una pequeña balsa se alcanza el cruce del río, sin acondicionar, pero que no presenta dificultades. Se cumplen los 11,8 kilómetros de recorrido en este punto.

Al otro lado comienza el ascenso que se aproxima a la carretera que conduce a Tarazona. A escasa distancia de ella, en el kilómetro 13,2, se toma una pista a la derecha que toma dirección a Bulbuente. Al alcanzar las primeras viviendas, al borde de la carretera nuevamente, parte la calle de los Moros a la derecha, la cual en trazado sinuoso y estrecho desemboca en el centro de la localidad. Allí se levanta un gran torreón perteneciente al antiguo castillo y el Palacio de los Abades de Veruela, además la sede del ayuntamiento. Junto al teleclub parte una calle que toma dirección al parque y al río Huecha, cuyo cauce sin acondicionar se atraviesa tras haber recorrido 14,5 kilómetros. Tras dejar atrás la vegetación de ribera, en el kilómetro 15 gira a la derecha. Ahora la ruta surca las terrazas fluviales dominadas por los campos de olivos y vides.

Un trazado rectilíneo en paralelo al río sin dejar las marcas amarillas y blancas del sendero de pequeño recorrido. Tomando una rampa cementada se desciende al cauce del Huecha, el cual se atraviesa por una plataforma a ras del río, en el kilómetro 18. Después atraviesa una zona de huertas hasta llegar cerca de la carretera, en el kilómetro 18,7. En este punto se toma un camino a mano derecha que toma dirección a la localidad de Maleján, que deja en el epicentro de la localidad, junto al colegio. Una pequeña parada nos permite acercarnos al casco antiguo, formado por calles estrechas herencia de su legado musulmán. Una plazoleta alberga la modesta iglesia de la Visitación, y un poco más adelante se abre un mirador del valle del Huecha de visita obligada. Este pequeño paseo añade doscientos metros más al cuentakilómetros.

Volviendo a la calle principal, se avanza en la misma dirección hasta alcanzar la calle Huecha. Por ella se abandona el casco urbano hasta toparse con un camino. Girando bruscamente a la derecha se encamina a la vega. Un puente atraviesa el cauce tras haber alcanzado los 20 kilómetros de recorrido. A escasa distancia surge a mano derecha el camino por el que se ha pasado antes, y que sirve para volver a Borja después de recorrer los dos kilómetros finales.

Por la tarde se propone la visita a la localidad de Borja. Junto a la Puerta de Zaragoza, está ubicada la oficina de turismo. Un recorrido por sus calles ofrece rincones tan acogedores como la plaza de Santa María. Allí se alza la ex-colegiata de Santa María, en cuyo exterior sobresalen dos esbeltas torres, una de ellas mudéjar conocida como Torre del Reloj, y la otra de estilo clasicista. Junto a ella se encuentra el Museo de la Colegiata ubicado en un palacio renacentista que alberga tres plantas con diferentes salas expositivas que muestran fondos religiosos, en torno a un pequeño patio de bella factura. Volviendo a la arteria principal, en ella se abre la plaza del Mercado. Uno de sus costados alberga la zona porticada. Y en las cercanías está uno de los espacios más bellos de la localidad, la plaza de España. Presidida por el ayuntamiento, la sede se emplaza en un palacio aragonés del siglo XVI.

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CICLOTURISMO Hoya de Huesca/Plana de Uesca

Ruta del Carrascal de Castejón, atravesando un bosque de encinas

El carrascal de Castejón, o de Nisano, toma el nombre de dos antiguos despoblados medievales reconvertidos en explotaciones agropecuarias, conocidos históricamente como castillos. Es una importante extensión de encinas, de unas 800 ha, el mayor y mejor conservado carrascal de llanura de la Hoya de Huesca. Entre todos los ejemplares sobresale la Carrasca de Becha, un longevo árbol cuya figura sobresale en medio de un campo de almendros.
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Esta ruta ciclista parte de la localidad de Chimillas, situada a escasa distancia de Huesca capital. Para llegar es necesario tomar la carretera que conduce a Ayerbe. Poco después un desvío conduce directamente al casco urbano. La travesía se rodea de nuevos edificios. Desde la segunda rotonda se accede al origen del núcleo, pasando junto a un bello ejemplo de casa solariega, hasta llegar a la plaza donde se alza la iglesia parroquial.

El recorrido propuesto combina pistas en bueno y regular estado, con algún trecho de veredas más estrechas que ofrecen un aliciente a la ruta, y dos pequeños tramos de carretera. El desnivel en el recorrido es escaso lo que la convierte un recorrido fácil.

LONGITUDDESNIVELPENDIENTEFIRMEDIFICULTAD
19 km100 mvariableregularbaja

Desde la plaza de la iglesia se vuelve por la misma calle hasta la rotonda. Se toma la segunda salida por la derecha, abandonando rápidamente el pueblo. En los dos primeros cruces se toma el ramal derecho. Cuando se llevan 1,6 km se toma de nuevo la bifurcación a la derecha, dejando el trazado principal de la pista. Los campos se van alternando con los primeros bosques de carrascas. En el kilómetro 3,7 aparece un importante cruce. La pista hace un giro muy pronunciado a la derecha para tomar dirección contraria. Siguiendo esta dirección el firme empeora. Medio kilómetro después se deja la pista y se toma un sendero que se interna en el carrascal. Comienza el tramo más divertido de la ruta en el cual se siente la frondosidad del bosque.

Sin dejar la senda y siguiendo siempre al frente, en el tramo final ésta se convierte en pista. Trascurridos 5,5 kilómetros aparece un cruce ortogonal de amplios caminos, donde se debe tomar el desvío a la derecha en ligero ascenso. De nuevo se atraviesa una zona de abundante arbolado, en la que deben dejarse todos los pequeños ramales que surgen continuando por el trazado al frente. En un claro del bosque aparece un campo de almendros, que debe bordearse por la izquierda. Poco después surge la majestuosa imagen de la Carrasca de Becha. Rodeada por la plantación de árboles alineados destaca por su gran porte, con 19 metros de altura. Es necesario atravesar el campo para poder admirar la carrasca bajo su copa.

Ya de nuevo en la pista, un poco más adelante, quedan los restos de algunos muros como único testimonio del antiguo castillo de Becha. El camino desciende de manera brusca desembocando en una pista de buen firme, tomando el desvío a la derecha. En sentido contrario se alcanzaría el castillo de Castejón. En trazado rectilíneo y atravesando el campo de almendros se alcanza la carretera proveniente de Chimillas en dirección a Lierta, tras superar ligeramente los ocho kilómetros de recorrido.

Girando a la izquierda se discurre por la carretera, bordeada por el carrascal sólo en su margen derecha. En poco menos de un kilómetro se abandona para tomar un amplio camino a mano derecha que sirve de acceso al castillo de Nisano. Se trata de un conjunto fortificado documentado ya en el siglo XI. Sin llegar a él, se toma a doscientos metros de la carretera un desvío a mano derecha que bordea la masa boscosa de encinas.

Tras dejar el carrascal, cuando se llevan 10,4 km de ruta se atraviesa un pequeño cauce, y poco después el recorrido se adentra de nuevo en la arboleda. Se trata de la última incursión en este reducto de bosque autóctono. Al salir se aproxima a una granja y poco después se gira a la derecha bordeando sus instalaciones. A los 13,5 kilómetros se toma una pista a la izquierda que toma dirección al campamento militar de Igriés.

En los sucesivos cruces, primero a la izquierda y luego a la derecha, se discurre junto a las instalaciones militares en desuso, en dirección al sur. Solo resta tomar el camino principal que se encamina a la localidad de Banastás. A los 17,2 kilómetros se pasa junto a los primeros edificios. Por la calle se llega a la intersección con la carretera. Para terminar la ruta sólo resta recorrer un tramo de carretera hasta alcanzar la población de Chimillas, habiendo recorrido algo menos de 19 kilómetros en total.

Para la tarde se propone un paseo por la ciudad de Huesca. Muchos son los atractivos de la capital oscense. El punto de partida ideal es la plaza de Navarra, con su bella fuente en la parte central, escoltada por el edificio del Casino. Desde allí recorrer los  Porches de Galicia y el Coso, las arterias más animadas del centro de la ciudad. Pero también adentrarse en el casco antiguo, haciendo un alto en las plazas de Allué, rodeada de porches, la plaza de San Pedro, con la iglesia de San Pedro el Viejo, panteón real, y la plaza de la Catedral, que alberga el edificio del ayuntamiento y la Catedral con su magnífica portada, son puntos imprescindibles en una visita rápida a la ciudad.    

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