En plenas tierras monegrinas se encuentra el paraje de La Gabarda. Sorprendentes formaciones geológicas situadas al borde de inmensas llanuras cubiertas por campos de cultivo. Un lugar para descubrir un paisaje diferente donde además se pueden practicar deportes de aventura. La visita en Sodeto de un museo que muestra el impacto de la llegada del regadío a este territorio completa la excursión.
Esta propuesta se encuentra en la comarca de los Monegros y se puede acceder tanto desde Sariñena como desde Grañén. Una vez rebasada la población de Sodeto, aparece señalizado el desvío a la izquierda que conduce al Parque de la Gabarda. Este es el punto de partida para la visita de los torrollones, monolitos similares a torres compuestas por capas de areniscas y arcillas. Junto al aparcamiento un mirador elevado permite apreciar la belleza de este paisaje. El parque incluye zona de merenderos y una cafetería.
La zona de aventura dispone de varios circuitos con tirolinas y puentes colgantes rodeados de un entorno natural envidiable. Además de esta opción se recomienda la realización del sendero que conduce al castillo de Gabarda en el cual se descubren las curiosas formas de los Torrollones de la Gabarda.
TIEMPO |
DESNIVEL |
DIFICULTAD |
45 min (ida) |
100 m |
baja |
Bordeando las instalaciones de aventura se pasa bajo el Arco de Sodeto, un semiarco enmarcado en una gran pared rocosa. Más adelante aparece un espolón rocoso de gran belleza. Se puede rodear por una repisa o atravesar por una pequeña puerta excavada en la roca.
El itinerario continúa a media altura con un espectacular paisaje erosionado de camino a la figura conocida como El Abuelo. Se trata de una roca vertical de 25 metros de altura. Justo a sus pies pasa la senda y gira bruscamente utilizando una repisa natural. Poco después se llega al borde de campos de cereal, a los pies del Castillo de Gabarda. Sólo resta ascender por la ladera hasta la base, donde un estrecho horadado en la roca permite mediante un pequeño tramo enriscado subir hasta la plataforma elevada. El recinto defensivo pertenece a una antigua fortificación musulmana. Desde este lugar se puede disfrutar de excelentes vistas de los Torrollones de La Gabarda y de las llanuras surcadas por campos de cultivo.
Tras la comida se propone por la tarde visitar dos poblaciones cercanas. En primer lugar se sale de nuevo a la carretera y se toma dirección a la izquierda para alcanzar Alberuela del Tubo. En el centro de la población se alza la iglesia de San Juan Evangelista. Responde al estilo gótico aragonés, con robusta torre de sillería y galería de arcos de medio punto en la parte alta. Tomando dirección al castillo se alcanza el singular sendero con escaleras que conduce a los restos del antiguo castillo musulmán. Sus orígenes se remontan a finales del siglo IX con la construcción de los muros y una torre. Una escalera excavada en la roca antecede a la puerta de acceso al recinto defensivo. En este lugar se construyó más tarde la ermita de la Virgen del Castillo, obra gótica del siglo XVI. Desde esta plataforma elevada se pueden disfrutar de amplias vistas de la localidad y del paisaje monegrino que lo rodea.
Ya de vuelta por la misma carretera, se puede completar la visita a la zona con una parada en Sodeto. Este pueblo de colonización fue construido entre los años cincuenta y sesenta, llegando los primeros vecinos en 1958. En la zona central se encuentra la plaza mayor con la iglesia y los edificios administrativos, todos ellos llevados a cabo en un peculiar estilo arquitectónico que llama la atención.
Poco antes de llegar a la plaza, en la casa del mayoral, se ha acondicionado el Centro de Interpretación de la Colonización Agraria en España. Se ha creado un amplio museo el cual muestra cómo surgieron los nuevos pueblos de colonización tras la reforma agraria y los regadíos impulsados bajo el gobierno franquista. Varias salas muestran el desarrollo de la política agraria en toda España, así como el caso concreto de Sodeto. Cruzando un pequeño jardín, con un carromato de la época, se abre otra sala en la que se muestran piezas recopiladas de la primera época del pueblo. Desde la entrada se accede también a la casa propiamente dicha en la que se ha reconstruido la cocina antigua y otras estancias.